Las historias no contadas…

Este artículo es el primero entre la serie de otros, dedicados al agua potable

Cada 40-50 años suceden cambios  notorios en nuestro modo de percibir el mundo.  Está cambiando nuestra manera de vestirse, alimentarse, transportarse, organizar la vivienda, elegir la profesión, junto con la educación y la preparación especializada, pero no ha cambiado nuestra percepción y evaluación del agua potable.

Transparente, pura, cristalina, fresca,  sin sabor ni olor, húmeda al tacto…

Estas características son las mismas desde hace miles de años,  y simplemente se complementaron en el siglo XIX con algunos exámenes físico químicos y bacteriológicos, garantizando así la supuesta pureza y salubridad del agua.  Asombroso, que esta ignorancia se perpetuo y se cristalizo sobre el agua potable,  que es uno de los más importantes elementos de la vida. La ceguera volvió invisible que los criterios de valoración de la calidad del agua son idénticos para personas muy educadas  y sin educación, para hombres, mujeres, niños, sin importar diferencias de edad, nacionalidad o de la raza.

La ciencia de hoy está usando los mismos métodos antiguos de tratamiento de agua potable, que son la filtración, osmosis, hervir o congelar, sedimentación por reposo.  Este hecho significa, que en la valoración del agua, elemento tan importante, que ocupa hasta 93 por ciento de nuestro cerebro, estamos igual, que miles de años atrás.

O peor,  inclusive, porque la contaminación del planeta con los desechos tecnológicos e industriales no fue tan alta en este entonces, cuando la naturaleza todavía producía aguas puras en sus fuentes, lagos y ríos, hasta manantiales con efectos curativos.  La ignorancia e impotencia nuestra en no poder calificar el agua potable integralmente, llega hasta igualar que el agua que sale del grifo, con el agua del inodoro… es lo mismo… si es así, no podemos ni pensar en hacer diferencia entre el agua del rio y el agua de alguna fuente sagrada, agua de un lago y agua de un glacial.  Todas estas aguas en cualquier examen científico van a salir como simplemente H2O.

Reinado imperceptible de ignorancia absoluta sobre  la calidad del agua potable y de ignorancia sobre la importancia del agua para la salud humana confirma un dicho, que cuando Dios quiere esconder algo, lo deja directamente ante los ojos de todos.

Continuará…                                                                                                                Dr.  Li